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Yusfia M. Naime

Diamantes negros, un regalo del espacio


Nos encantan los diamantes, perlas y otras piedras preciosas, las utilizamos con oro o plata, quedan increíble como aretes, anillos o collares, cada uno tiene su propia historia, pero los diamantes negros tienen la mejor de todas, y es que te aseguro no has escuchado algo como esto, de ahora en adelante no podrás dejar de obsesionarte con ellos.

Los diamantes negros son una anomalía, una incoherencia para científicos y gemólogos, solo se originan de Brasil y en la República Centroafricana.

Hay muchas hipótesis y mitos sobre su origen, pero los diamantes negros no se han creado en las entrañas de la Tierra, ni proceden de los impactos de meteoritos, aquí te traigo el origen verdadero con mejor sustento y aceptación científica.

Los diamantes negros provienen del espacio

Los diamantes negros se formaron fuera de nuestro planeta, en el espacio exterior, debido a la explosión de una supernova, viajaron millones de años por el espacio interestelar para después colisionar en la Tierra.

El rector de Universidad Internacional de Florida, Stephen Haggerty, es co-autor de esta hipótesis; el equipo descubrió que los diamantes negros tienen una antigüedad de entre dos mil seiscientos y tres mil ochocientos millones de años, además las medidas espectrales muestran una extraordinaria similitud entre las de los diamantes negros y de los diamantes encontrados en meteoritos o en los observados fuera de nuestro planeta.

Los diamantes negros llegaron a la Tierra hace más de mil millones de años, época cuándo el planeta y la Luna eran víctimas de colisiones por rocas y meteoritos, además de evidentemente diamantes negros.

Una de las bases científicas de Haggerty, fue que, al analizar los diamantes negros, descubrieron que los picos de los diamantes negros son substancialmente ricos en hidrógeno y nitrógeno, hecho que fue considerado como una evidencia de su proveniencia del espacio (el espacio exterior es altamente rico en hidrógeno y nitrógeno).

Haggerty asegura que el polvo de diamante se pudo convertir en parte de una nube de gas y de polvo, pasando a condensarse posteriormente en el viaje hasta nuestro Sistema Solar. Estas nubes interestelares se ven frecuentemente sometidas a las terribles ondas de choque de las explosiones de las supernovas y, consecuentemente, a altísimas temperaturas y elevadas presiones con capacidad suficiente para poder crear diamantes negros de pequeñas y grandes dimensiones que, después de vagar por el espacio interestelar, habrían acabado colisionando y fragmentándose sobre nuestro planeta en la era primigenia.

Para apoyar la hipótesis, científicos de la Academia Sínica, en la Universidad de Taiwán, han descubierto “nanodiamantes” viajando en el espacio, además de haber localizado, por primera vez, un resplandor de color rojizo (ERE), este resplandor indica que, cuando los fotones de enorme energía prenden un material semiconductor (los diamantes), emiten y generan una luz roja foto luminiscente. Además de ratificar la hipótesis de Haggerty, también explicaría la peculiar luminiscencia de los diamantes negros, que proviene de los halos radiactivos presentes en las inclusiones de los mismos.

Crédito de la primera imagen: Tumblr -vraiandoro

Referencias y más información:

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