“Una lágrima se evapora, una rosa se marchita, sólo la oración llega hasta Dios” -San Agustín-
Si alguna vez has estado presente en un velorio, al día después de depositar el cuerpo se empieza el novenario, nueve días de misa y oraciones por el difunto. Pero alguna vez te has preguntado ¿de donde salió esa tradición?, sigue leyendo y entérate.
¿Qué es un novenario?
Es una devoción, se reza durante nueve días para obtener una gracia especial, una de estas intenciones puede ser el eterno descanso de un difunto.
Como no sabemos si un difunto se ha salvado, aunque tenga que pasar por el purgatorio, o se ha condenado, se sigue orando pues es una obra de caridad espiritual, ya podrían necesitar de nuestra oración y si ellos no la necesitan, le servirá a otras almas (en virtud de la Comunión de los Santos existe una comunicación de bienes espirituales entre vivos y difuntos)
Orígenes
La nona, en la Iglesia católica, es una de las horas de oración que se reza a diario a las 3 de la tarde, la hora en que murió Jesucristo, por esto el número nueve indica dolor y sufrimiento.
Los romanos y griegos ofrecían oraciones a sus dioses por sus difuntos durante nueve días. Y aunque los primeros cristianos siguieron la costumbre en cuanto al número de días, ya no lo hacían con el mismo ánimo y de la misma manera de los romanos o griegos sino fundamentados en la fe en Cristo.
En Europa se introdujo la “novena de preparación” para la Navidad. Esto para recordar los nueve meses de embarazo de la Virgen.
En la Biblia
No hay un texto con mandato de Dios a realizar una novena o la práctica de algún novenario, pero si podemos decir que rezar los nueve días tiene una base bíblica.
En el versículo en el capítulo 2 de los hechos de los apóstoles (Cfr. Hech. 1, 4), Jesús les pide que se queden orando hasta que llegue el Espíritu Santo. Les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre, de la cual ya les había hablado.
Jesús murió un día antes de la celebración de la Pascua (Jn 19, 31), de la fiesta de la Pascua hasta la fiesta de Pentecostés transcurrían 50 días. De la Resurrección hasta la Ascensión, pasaron 40 días (Hech 1, 3), lo que muestra que hubo nueve días entre la Ascensión y Pentecostés donde los Apóstoles aguardaron la llegada del Espíritu Santo orando con la madre de Jesús (Hech 1, 14). Esa fue la primera Novena de Pentecostés.
Novena vs octava
Son devociones muy distintas, mientras las octavas tienen un carácter festivo, ya tienen lugar ocho días antes o después del día de la fiesta y las novenas generalmente se hacen para lograr una intención, en caso de los difuntos que lleguen al cielo.
Créditos de la primera img: Tumblr - Pentydeval
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