El primer paso antes de que yo haga ejercicio es disfrazarme como deportista, hay demasiadas telas, texturas y colores de donde escoger, me encanta los diferentes estilos y gustos que puedes encontrar en la moda deportiva, pero esta gran idea se la debemos al artista Patou.
Nació en 1887 en Paris y falleció en 1936. Su padre, Charles Patou, era un exitoso curtidor de pieles. Pero Jean aprendió todo con su tio, el cual tenía una peletería, al cual entró a trabajar en 1907.
En 1910, abrió una casa de alta cultura, con un departamento de paletería, esta fracasó, pero al año siguiente abrió otra, la cual vendió un año más tarde. E 1912, compró la siguiente, la cual se conoció como Maison Parry, donde acudían algunas celebridades de la época. En 1914, después de venderle toda su colección a Lichtenstein, un neoyorkino, dejo la casa de alta costura, para abrir Maison Jean Patou.
Latimadamente, justo antes de presentar su primera colección ese mismo año, Francia ordenó la movilización general contra Alemania y termino en el frente. Cinco años después, en 1919, logró estrenar los salones de su edificio y presentar su primera colección de alta costura.
Jean Patou amó a las mujeres, quiso complacerlas y embellecerlas, por ello creó un mundo donde, junto a suntuosos vestidos de noche y elegantes conjuntos para la tarde, les ofrecia prendas deportivas, ropa de playa, equipos para jugar golf, vestuarios para salir en cruceros, prendas confeccionadas en jersy o punto, decoradas con motivos geométricos de colores atrevidos, verde, azul, y su favorito, beige, en una mezcla totalmente desconocida hasta el momento.
Una vez que consolido su prestigio como gran modista, se dejó llevar por su vocación y creó la moda deportiva, en la que hasta entonces no se había pesto atención. Su teoría era que el deporte solo se podía practicar si hay libertad de movimiento: faldas hasta la rodilla, zapato plano con medias blancas, blusas sin mangas o mangas cortas y con una banda ancha en la frente.
Las creaciones de Patou la vestimenta deportiva había dado un giro de 180 grados. Suzanne Lenglen, usando las prendas deportivas de Jean Patou, ganó muchos campeonatos de tenis hasta legar a ser campeona mundial, también fue una de sus amantes.
Patou tuvo duelo con Chanel respecto a la creatividad, incluso se apresuró a ser el primero en lanzar la moda de los trajes de baño tejidos, incluso en 1927 lanzó el Huile de Chaldeé, el primer aceite solar protector de la piel, pero no inhibidor de bronceado. Creó también, inspirado en María Antonieta, el vestido camisero. Fue precursor de los monogramas, marcando sus prendas con las iniciales JP.
En 1930 Patou con su perfumero estrella, Henri Alméras, crearon el perfume Joy, el cual decían que era el antídoto de a la depresión y el pesimismo. También se conocía como “Joy, el perfume más caro del mundo”.
Referencias: