El test de Bechdel es un sistema para evaluar la brecha de género en películas, obras de teatro, libros o series. Es un test super básico y aunque no lo creas hay películas de hoy que no lo pasan.
Su origen se remonta a una tira cómica creada en 1985 por la dibujante Alison Bechdel, Dykes to Watch Out For,en la que dos mujeres se disponen a entrar al cine cuando una de ellas comenta que solo accede a ver películas que cumplan tres requisitos:
Que incluyan al menos dos personajes femeninos con nombres.
Que ellas compartan escena y hablen entre sí.
Que la conversación no trate acerca de hombres.
Sin embargo, el Test Bechdel no sirve para medir el sexismo de una película y tampoco contempla si una mujer es o no objetivizada; solo nos confirma si en la narrativa se hace uso del punto de vista femenino ante una o varias situaciones, aun dentro de un espacio dominado por personajes masculinos.
Creds: badhairdays.net
Aunque ya hay muchos más test para poder medir la equidad de género en la pantalla grande y la sexualización a las mujeres.
El test de Uphold: la actriz y directora Rory Uphold propone que miremos detrás de las cámaras: que nos fijemos si el 50% de los trabajadores. De las cincuenta películas más taquilleras de 2016 ninguna tenía tanta representación.
El test de Koeze-Dottle: las periodistas Dottle y Koeze prefieren fijarse en el detalle de los secundarios. No importan tanto los personajes protagonistas como descubrir si la mitad de los personajes secundarios son mujeres, una película puede estar protagonizada por hombres pero que las mujeres forman parte de la realidad, del día a día y que son más de la mitad de la sociedad.
El test de White: la directora de fotografía Jen White hizo una combinación de Uphold y Rees Davies. Pero, como era consciente que era complicado de cumplirse, bajó un poquito el listón, las películas o series tuvieran mujeres en todos los departamentos, tuvieran una jefa de departamento, y que este departamento no fuera casting, vestuario, peluquería o maquillaje.
Creds: WIX
El test de Landau: la guionista de The magicians Noga Landau, en cambio, propone principios que no se pueden cumplir para mostrar cierto respeto hacia las mujeres: una película falla si un personaje femenino principal acaba muerto, embarazada o si sólo para causar problemas al hombre protagonista.
El test de Waithe: la ganadora del Emmy al mejor guion por Master of none, Lena Waithe, pide que las mujeres negras se salgan del estereotipo. Por esto observa que en cada película estadounidense haya como mínimo un personaje femenino que sea negro, que esté en posición de poder y que esté en una relación sentimental sana.
The Villalobos Test: la productora Ligiah Villalobos, pide una mayor y mejor visibilidad de la comunidad latina de los Estados Unidos. Un personaje protagonista que sea una mujer latina que tenga un puesto de responsabilidad, que hable inglés sin acento y no esté tremendamente sexualizada. Basta de mostrar únicamente criadas del hogar que hablen como Sofia Vergara.
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